Reglas básicas para trasladar correctamente a un paciente que no se puede mover

Tanto tú como tu familiar o cuidador deben tener una posición correcta para evitar problemas musculares o de la columna.

Para levantarle:

1. Doblar las rodillas, manteniendo la espalda recta e inclinada hacia delante desde las caderas.
2. Los pies separados, bloqueando uno, a su vez, los pies del enfermo y situándose en la dirección del movimiento.
3. Si tu familiar es demasiado pesado o está muy incapacitado, se pueden utilizar medios mecánicos, como grúas.

Giros en la cama:

1. Es más fácil si se hace sobre un colchón firme.
2. Los ancianos que aún conservan cierta movilidad pueden hacer los giros por sí solos. Para ello, debes doblar las rodillas y apoyar los pies sobre la cama, ladear las piernas hacia el lado sobre el que te vas a girar, entrelazar las manos y levantarlas estirando los codos al mismo tiempo para, finalmente, girar la cabeza y desplazar los brazos hacia ese mismo lado.
3. En caso de que tu familiar no pueda, debes ayudarle a girarse colocándote a su lado. Sigue los pasos descritos anteriormente, sujétale los brazos por las muñecas y las piernas por las rodillas y tira con suavidad de él hacia el lado del giro. Pídele que mire a sus manos para que su cabeza gire con ellas.

Levantarte de la cama:

1. Si tienes un poco de movilidad puedes mover las piernas hasta el borde de la cama, apoyarte en tu codo y en la mano, levantar la cabeza y bajar los pies al suelo, quedándote sentado en la cama.
2. Si necesitas ayuda, tu familiar o cuidador se debe colocar en frente tuya, con las caderas flexionadas y las rodillas pegadas a las tuyas, bloqueando tus pies con los suyos. Debe pasar su brazo por tu espalda por debajo de las axilas, pidiéndote que hagas el esfuerzo de levantarte, tirando de ti en ese momento hasta colocarte de pie.

Levantarte de la silla:

1. Debes ponerte en el borde de la silla y levantar el tronco y la cabeza hacia delante. Apoya bien los pies sobre el suelo, ligeramente separados, da un pequeño impulso ayudándote con los brazos del sillón.
2. En el caso de que no pueda, no hay que tirar, sino ayudarle prestando la mínima ayuda, como un pequeño impulso desde la espalda o sujetándole por la cintura.
3. Si está más incapacitado, se le ayuda a incorporarse sujetándole por la espalda. Se bloquea la parte externa de la rodilla del paciente, con la rodilla del familiar o cuidador, colocando uno de los pies del familiar o cuidador entre ambos pies del paciente.

Sentarse en la silla:

1. No debes tirarte nunca hacia la silla, sino acercarte lo suficiente hasta tocarla con la parte posterior de las rodillas. Cuando ya lo hagas, coge los brazos del sillón, inclínate hacia delante y dobla las rodillas hasta sentarte.
2. En muchos casos, vas a estar durante muchas horas al día sentado, por lo que es importante que el sillón tenga ciertas características:
   • Debe tener reposabrazos, que facilitan los movimientos de sentarse y levantarse.
   • El respaldo debe proporcionar un buen apoyo a la espalda y a los hombros
   • En los sillones de descanso, es conveniente que el respaldo sea lo suficientemente alto como para apoyar la cabeza.
   • En cuanto a la firmeza del acolchado, debe ser cómodo y facilitar que entres y salgas del asiento.
   • La tapicería debe ser fácil de limpiar.

De pie:

1. Es importante que te mantengas lo más recto posible, con balanceo de ambos brazos al caminar. Intentar levantar los pies del suelo, primero el talón y luego la punta.
2. Si no tienes el equilibrio necesario pide a alguien que se mantenga a tu lado, para que, si te notas cansado, te ayude a sentarte.